Todo no iba a ser fácil. No es raro encontrarse con inseguridades en la relación entre mentor-mentee. Las dudas surgen, especialmente, cuando es nuestra primera vez.

Pregunta recurrente: ¿estaré haciendo esto bien?

Gracias a una investigación realizada por la Universidad de Illinois en Chicago podemos encontrar 5 preocupaciones que suelen aparecer en las relaciones de Mentoring. Te las contamos a ver si te suenan ? e incluimos también la manera de atajarlas.

 

1.- Mi mentee parece desinteresad@.

Ya sabemos que para que proceso de Mentoring sea frutífero debe haber un esfuerzo por ambas partes. Si el mentor detecta desinterés, falta de motivación o compromiso por parte de su mentee, es hora de hablarle y formular preguntas para obtener información.

¿Qué sientes? ¿Estás abrumado por el trabajo? ¿Has decidido tomar una decisión diferente? ¿Está este proceso a la altura de tus expectativas?

Comprender la causa de su indiferencia (o de la percepción) es clave para remediar la situación antes de que la relación fracase y se vuelva completamente improductiva.

 

2.- Mi mentor no está comprometid@.

Si un mentee siente que su mentor no está dedicado a su desarrollo y que no está comprometid@ con el proceso de Mentoring, es importante que exista una conversación entre ambas partes. Alguien que acepta ser mentor adquiere un fuerte compromiso, y si no es así, hay que decir STOP y preguntar abiertamente.

¿Ha cambiado algo, ya sea personal o profesionalmente, que pueda preocuparte? ¿Quieres seguir con el proceso?

 

 

3.- No estoy recibiendo el tipo de dirección que necesito de mi mentor.

Cuando se trata de proporcionar orientación, ¿cuál es la cantidad justa?

Puede ocurrir que el mentor aporte demasiada información, tanto, que abrume al mentee y lo vuelva dependiente, o por el contrario, puede que proporcione muy poca y hacer que el mentee tenga demasiadas dudas.

¿De qué depende entonces? Depende en gran medida del mentee. Por lo tanto, el mentor debe preguntar directamente a su mentee si le está brindando una cantidad adecuada de orientación en función de sus objetivos.

 

4.- Recibo consejos contradictorios.

Por lo general, si alguien está dispuesto a recibir consejos de una persona (mentor), probablemente también esté abierto a recibirlos de otras personas. Es entonces, cuando recibir consejos contradictorios de colegas u otros profesionales puede convertirse en un problema. Es importante entonces hablar con el mentor para conocer el porqué de ese consejo que difiere del resto.

¿Proviene de una experiencia personal? ¿El mentor tiene mas experiencia profesional en esa área que la otra persona? ¿Qué opinas de este consejo? ¿Qué quieres hacer?

 

  1. ¡No sé qué priorizar!

Este es un clásico… Puede que el mentee se agobie por la cantidad de tareas o ejercicios que su mentor quiere que complete… un añadido a su carga de trabajo. Cuando esto sucede, puede resultar difícil saber en qué concentrarse. Es importante que esto se hable con el mentor, es decir contarle en qué cosas está ocupado y cuánto tiempo está dispuesto a dedicar. De esta forma, se podrán establecer expectativas realistas. Y si aún así, no se tiene claro por dónde empezar, es bueno preguntar directamente al mentor para que recomiende qué tareas abordar primero.

Como hemos visto, para que una relación de Mentoring fluya y sea fructífera, sus protagonistas deben recurrir a las conversaciones valientes y preguntar todo aquello que preocupe a ambas partes. En Mentoring, como en la vida, el diálogo es la solución a muchos problemas y una forma de ir superando aquellos obstáculos que van a apareciendo por el camino.