El feedback es una parte esencial del Mentoring y debe valorarse como una oportunidad de aprendizaje para quien lo recibe, tanto si está centrado en las fortalezas, como si se enfoca en las áreas de mejora.

Para que el feedback llegue a ser un hábito en un proceso de Mentoring es crucial familiarizarse con la técnica y ponerla en marcha frecuentemente. Tan importante es el hecho de dar feedback, como buscar las oportunidades de recibirlo y mejorar nuestro propio desarrollo.

Una de las mayores razones por la que no damos feedback, es por miedo a que la persona que lo recibe se sienta dañada. Si esto pasa, se pondrá a la defensiva y lo percibirá como algo negativo. Incluso, puede llevar a fracasar el proceso de Mentoring. Es importante revisar cómo lo estamos haciendo para que esto no pase.

Por contra, el feedback planteado correctamente motivará al mentee, ya que este lo recibirá con actitud de aprendizaje y apertura. Supondrá un gran avance en su proceso de cambio y crecimiento y contribuirá a consolidar el proceso reforzando aún más la relación de confianza entre mentor@-mentee.

Veamos qué debemos tener en cuenta a la hora de dar feedback para que nuestro mentee lo reciba con actitud positiva:

  • Busca el momento adecuado

Escoge el momento en el que la otra persona pueda estar más receptiva, sin demorarlo demasiado. El acontecimiento sobre el que vas a ofrecer feedback ha de ser reciente.

 

  • Escoge el mejor canal. 

El texto escrito es muchísimo más frío que una llamada y ya no digamos, que una comunicación cara a cara. Si el tema que quieres abordar es importante, queda con la otra persona para tener esa conversación mirándole a los ojos… aunque te cueste.

 

  • Elige un mensaje que sea aplicable, específico, útil y basado en hechos;

La mente humana tiene un límite en el manejo de la información. No des mil vueltas, ni des mensajes sin ayudar a ver qué puede hacer para resolverlo. Por ejemplo, un error sería decir: “No me gusta cómo has expresado los resultados en la presentación”. Con esa frase la otra persona no tiene nada que hacer porque no sabe qué puede cambiar. Es bien distinto decirle “la gráfica que has mostrado no era muy clara y llevaba a la confusión, quizá habría sido más efectivo incluir una tabla con los datos o una explicación”. Así ya tiene, al menos, una herramienta para utilizar en futuras ocasiones.

 

  • Evita las generalizaciones y ten cuidado con las palabras prohibidas

Existen palabras que deberían ser evitadas a toda costa en un buen feedback, como “siempre” o “nunca”. “Nunca actualizas la aplicación”, “siempre llegas tarde” y así una infinidad de comentarios poco útiles. Seguro que alguna vez sí que ha podido actualizar la aplicación y ha llegado puntual. Otra palabra que hay que poner en observación es “pero”. Se dice que es el gran borrador universal, ya que lo que va antes del “pero” se anula de nuestra atención. Por ejemplo, “Cuánta iniciativa tienes, pero qué mal trabajas en equipo”. Seguramente la persona recordará la segunda parte. Es mejor decirlo de otro modo: “Tienes mucha iniciativa y aún podrías mejorar si trabajaras más en equipo”. Se escucha de un modo diferente.

 

  • No des feedback “negativo” sobre la identidad

 

Esto lo hacemos cuando le decimos a la persona cómo consideramos que es, sin pararnos a ver que eso es nuestra percepción. Evita el verbo ser ya que el interlocutor se sentirá atacado y no conseguirás tu objetivo.

 

  • Hazte responsable de lo que dices, para ganar credibilidad y transmitir confianza.

 

Lo lograrás si hablas en primera persona del singular, “He visto que has llegado tarde en las 3 últimas reuniones”. No te escudes en los demás hablando en plural, “no nos gusta que llegues tarde a las reuniones”, o peor aún, hablando en impersonal y lanzando indirectas, “hay gente que tiene por costumbre llegar tarde a las reuniones”.

 

  • Ten cuidado con el uso de los elogios.

 

Existe una técnica para dar feedback, llamada técnica del sándwich que consiste en introducir la cuestión a mejorar entre dos comentarios positivos. Si la utilizas, debes ser realista y sincer@, sin regalar los oídos a la otra persona, o de lo contrario tus comentarios perderán valor. Un ejemplo sería “Has tenido iniciativas muy acertadas en este proyecto de marketing como la publicidad en Google. También sería interesante desarrollarlo en redes sociales porque he visto que ha quedado desatendido. Quiero decirte que, hasta el momento, en tu departamento estáis haciendo un gran trabajo en ventas”

 

  • Interésate de forma sincera y sé empátic@.

 

Recuerda que el feedback es una interacción y que estas cultivando la relación con la otra persona.

 

 

 

 

Si tienes en cuenta estas recomendaciones, seguro que los resultados de las conversaciones con tu mentee serán mucho más positivas y valiosas para ambos roles.